
¿Qué es el pantenol y por qué está en todas partes?
Puede que no lo sepas, pero es muy probable que el pantenol ya esté en tu día a día. Fíjate bien: está en tus cremas, tu champú, el after sun… incluso en ese bálsamo labial que usas sin pensar. Y no, no es casualidad. Este ingrediente, también conocido como provitamina B5, se ha ganado su lugar a pulso. No promete milagros, simplemente cumple: hidrata, calma y ayuda a que tu piel (y tu pelo) vivan en armonía.
Yo lo descubrí así, sin buscarlo. Revisando etiquetas, me llamó la atención lo recurrente que era. Cuando tiré del hilo y empecé a usar productos que lo tenían como base, entendí por qué. La piel se siente distinta. Más tranquila, menos tiquismiquis. Y con ese brillo saludable que no tiene nada que ver con la grasa.
El pantenol es la forma previa de la vitamina B5. Una vez toca tu piel o cuero cabelludo, se convierte en ácido pantoténico. Eso, traducido al lenguaje normal, quiere decir que repara: refuerza la barrera de la piel, retiene hidratación y calma cuando la piel está sensible o alterada.
Y lo mejor es que no hace falta que compres un producto de 90 euros con envase brillante. Solo tienes que mirar la lista de ingredientes y buscar «D-pantenol» (su forma más activa). Cuanto más arriba esté, mejor. A mí me gusta que sea protagonista, no un figurante al final de la fórmula.
Desde que lo uso de forma regular, lo noto. La piel está más estable, menos caprichosa. Antes, cualquier cambio de clima o roce (hola, mascarilla) era sinónimo de tirantez o granitos. Ahora eso ya no me pasa. El cambio fue tan gradual que ni me di cuenta, hasta que un día pensé: oye, hace semanas que no me quejo de la piel.
Mucho más que hidratación: así actúa en piel, pelo y más
No es solo un ingrediente para la piel. En el cabello también tiene su gracia. Fortalece, hidrata sin dejarlo pesado y ayuda a que las puntas no se vean tan machacadas. Yo lo he probado en mascarillas y la diferencia se nota rápido: el pelo gana cuerpo, se enreda menos, y el frizz… desaparece bastante. No hace milagros ni sustituye un buen corte, pero usado con constancia es como un seguro capilar: mantiene el pelo decente hasta la próxima visita a la pelu.
También he notado cómo actúa después del sol o la depilación: calma al instante. Esa rojez que antes tardaba horas en bajar ahora desaparece mucho más rápido. Y lo mejor: no hace falta usarlo en formato crema supergrasa. Hay sprays, serums ligeros, incluso geles. Solo tienes que encontrar el que te funcione.
Sirve para piel irritada, seca, agrietada, o incluso con brotes por estrés. He llegado a usarlo en zonas delicadas después de afeitarme, y la sensación es de alivio total. Si tienes la piel sensible, es un ingrediente que simplemente funciona.

Las cremas que más valen la pena y lo que más me preguntan
Vale, aquí va lo que me ha funcionado a mí o tiene buena fama por razones reales, no solo por campañas bonitas.
Bepanthol: la de toda la vida. Sin tonterías, va directo a calmar. Ideal tras el sol, tatuajes o irritaciones.
Cicaplast Baume B5 de La Roche-Posay: un todoterreno. Va genial para pieles irritadas, secas, agrietadas o con brotes por estrés.
Aquaphor de Eucerin: más densa, pero si tienes zonas secas que piden ayuda urgente, te va a ir bien.
Ahora, las típicas dudas que nos suelen hacer:
¿Puedo usarlo si tengo acné?
Sí, sobre todo si tu piel está irritada por otros tratamientos más fuertes. No lo cura, pero lo calma.
¿Es para usar todos los días?
Sí. No da grasa ni reacciones raras.
¿Y si tengo piel grasa?
También. Solo elige una textura ligera, tipo gel o serum.
¿Se puede usar en tatuajes?
De hecho, es de los mejores ingredientes para eso. Calma, hidrata y no afecta al color.
¿D-pantenol y pantenol es lo mismo?
Parecido, pero el «D-» es la forma activa. Mejor si lo ves así en la fórmula.
El pantenol no tiene glamour, pero funciona. No te promete cosas raras, solo hace lo que tiene que hacer. Y lo hace bien. Así, sin hacer ruido, se ha ganado su sitio fijo en mi rutina.
Si no conocías el pantenol, ya ves que es uno de esos ingredientes que vale la pena tener a mano. Y como nos encanta compartir lo que realmente usamos, aquí te dejamos también otros artículos sobre activos que funcionan muy, muy bien en una rutina facial. No usamos todos a la vez, claro, pero sí vamos cambiando según lo que necesita la piel.
- Ácido hialurónico para una hidratación profunda y duradera
- Retinol si buscas renovar la piel y mejorar su textura
- Vitamina C para darle luz y unificar el tono
- Bakuchiol como alternativa suave al retinol
- Péptidos para firmeza y elasticidad
- Factores de crecimiento si buscas regeneración a otro nivel
- Chebula ideal para combatir el estrés oxidativo
Haz clic en cada uno si te pica la curiosidad y quieres saber por qué nos tienen tan enganchadas.
Nota: Este artículo contiene enlaces de afiliado. Recibimos una mini comisión que no supone ningún coste extra para ti y que nos ayuda a cubrir los gastos de la web. Todas las recomendaciones son sinceras y no recibimos productos gratuitos ni pagos de marcas.
Deja una respuesta