¿Sientes la piel tirante o notas esas pequeñas escamas que parecen no desaparecer nunca? Tranquila, no eres la única. La piel seca es muy común y, aunque a veces desespera, tiene solución si la cuidas con los productos adecuados y un poquito de constancia.
La piel seca tiene una barrera protectora más frágil, lo que hace que pierda hidratación con facilidad y le cueste mantenerse elástica. Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Dermatology, esta debilidad también la vuelve más sensible al frío, al viento y a la contaminación, factores que pueden acelerar el envejecimiento cutáneo.

No te preocupes, tu tipo de piel no es el único factor que influye en el envejecimiento. También cuentan la exposición al sol, la genética y, por supuesto, el estilo de vida. La buena noticia es que, si cuidas bien tu piel seca, puedes retrasar la aparición de arrugas. Así que tener la piel seca no significa que vayas a tener más arrugas que los demás, siempre que le des los cuidados que necesita.
¿Qué es la piel seca?
La piel seca, o xerosis, aparece cuando falta humedad en las capas externas de la piel. ¿El resultado? Una textura áspera, cierta tirantez y, en casos más serios, descamación o incluso pequeñas grietas.
A diferencia de la piel grasa o mixta, la piel seca produce menos aceites naturales, lo que la deja más expuesta al clima o a productos demasiado agresivos. Puede ser algo temporal (por ejemplo, en invierno) o convertirse en un problema crónico, según la causa.
En mi caso, aunque tengo la piel mixta, en invierno noto cómo se reseca con el frío y la calefacción. Para compensarlo, uso cremas más nutritivas que me ayuden a mantenerla suave y equilibrada.
Causas más comunes de la piel seca
Las razones de la sequedad son muchas, pero estas son las más habituales:
- Clima frío y seco: el invierno baja la humedad del aire y elimina los aceites de la piel. La calefacción, aunque necesaria, la reseca todavía más.
- Productos agresivos: ciertos jabones o limpiadores arrastran demasiados aceites naturales y dejan la piel como “papel de lija”.
- Baños largos y calientes: el agua muy caliente elimina la protección natural de la piel. Lo ideal es duchas más cortas y aplicar crema justo después.
- Condiciones de salud: problemas como eczema o psoriasis empeoran la sequedad. En mi caso, con psoriasis, hidratar a diario no es opcional, es imprescindible.
Síntomas de la piel seca: cómo reconocerla
Reconocer los de la piel muy seca es clave para tratarla adecuadamente:
Identificar una piel realmente seca es fácil si sabes en qué fijarte. Los signos más comunes son:
- Tirantez, sobre todo después de ducharte.
- Descamación visible, que muchas veces resulta molesta al tacto o al mirarte al espejo.
- Enrojecimiento en zonas expuestas como rostro y manos.
- Grietas pequeñas que, si no hidratas bien, pueden llegar a doler.
Un detalle importante: no confundas la piel seca con la piel deshidratada. La primera carece de aceites y tiende a ser áspera; la segunda, en cambio, se debe a la falta de agua. De hecho, una piel deshidratada puede sentirse tirante pero, a la vez, mostrar zonas con exceso de sebo porque intenta compensar.

Problemas comunes en la piel seca
Piel seca y escamosa
Cuando la barrera cutánea está debilitada, la piel pierde hidratación y aparece esa sensación áspera y con pequeñas escamas. La solución pasa por cremas con glicerina o ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad. También va bien una exfoliación suave con ingredientes como el ácido láctico, que renueva la piel sin irritarla.
Piel seca y sensible
La falta de aceites naturales hace que la piel reaccione con facilidad. Se enrojece, pica o incluso arde con algunos productos. Por eso, lo mejor es apostar por fórmulas hipoalergénicas, sin perfumes ni parabenos, y no olvidarse del protector solar todos los días.
Piel seca por hipotiroidismo
El hipotiroidismo puede disminuir la producción de aceites y provocar sequedad generalizada. En estos casos, además del tratamiento médico, suele ayudar incluir suplementos de omega-3 en la dieta para fortalecer la barrera cutánea y mejorar la hidratación.

Ingredientes clave para cuidar la piel seca
No todas las cremas hidratan igual. Hay ciertos ingredientes que marcan la diferencia cuando se trata de piel seca:
Ácido hialurónico
Es un imán de agua. Atrae y retiene la hidratación en la piel, ayudando a que se vea más elástica y con menos líneas finas.
Ceramidas
Son los “ladrillos” que mantienen unida la barrera de la piel. Con ellas evitas la pérdida de humedad y proteges frente a irritaciones externas.
Glicerina
Clásico pero efectivo. Retiene la humedad del ambiente y la conserva en la piel, dejando una sensación de suavidad y aliviando la tirantez.
Manteca de karité
Rica en ácidos grasos y vitaminas, aporta una hidratación profunda y calma la piel sensible, reduciendo la inflamación.

Rutina de mañana: empezar el día con hidratación
Limpiador suave: mejor sin sulfatos, con ingredientes como glicerina o aceite de jojoba, que limpian sin resecar.
Tónico sin alcohol: ayuda a equilibrar el pH y aporta un extra de hidratación (el aloe vera o el ácido hialurónico funcionan muy bien).
Sérum hidratante: con ácido hialurónico o vitamina E, para reforzar la piel desde dentro.
Crema hidratante: busca fórmulas con ceramidas o manteca de karité para sellar la humedad.
Protector solar: imprescindible todos los días, incluso si está nublado. Si es hidratante y con óxido de zinc o dióxido de titanio, mucho mejor.
Rutina de noche: reparar mientras duermes
- Desmaquillador suave: un bálsamo o aceite que elimine maquillaje e impurezas sin resecar.
- Limpiador hidratante: el mismo de la mañana funciona bien.
- Sérum o aceite facial: según tu piel, puedes elegir un sérum con retinol (si quieres trabajar arrugas) o vitamina C (si buscas luminosidad).
- Crema de noche rica: mejor con ingredientes nutritivos como karité o aceite de jojoba, que regeneran mientras duermes.

Los mejores productos para el cuidado de la piel seca
1. Desmaquillantes Suaves
CLINIQUE Take The Day Off

Si hay un producto del que siempre oigo hablar (y que he probado en varias épocas) es este bálsamo desmaquillante. Al abrir el tarro parece una manteca sólida, pero en cuanto lo masajeas sobre la piel se transforma en un aceite sedoso que derrite hasta el maquillaje más resistente: máscara waterproof, labiales líquidos… todo.
Lo que más me gusta es que, a diferencia de otros desmaquillantes en aceite, no deja sensación grasa. Al aclararlo con agua, notas la piel limpia pero también suave, como si ya llevaras un primer toque de hidratación. Para mí, es de los mejores aliados si tienes la piel seca porque no la arrastra ni la deja tirante. Eso sí, hay que tener en cuenta que es un producto de gama alta, y su precio puede ser un poco elevado. Personalmente, lo veo como una inversión porque dura mucho tiempo: con poca cantidad tienes para todo el rostro.
Bioderma Sensibio H2O

No podía faltar la famosa agua micelar. Si tienes la piel sensible y notas que casi cualquier producto te irrita, esta puede ser tu salvación. Yo la probé en una época en la que tenía la piel muy reactiva y fue la única que me limpiaba sin dejar rojeces. Desde entonces, es un básico que tengo casi siempre en casa; sinceramente, no puede faltar en mi baño.
La sensación es de limpieza muy suave, como si pasaras un algodón empapado en agua fresca. No reseca, no pica en los ojos y respeta la barrera natural de la piel. Eso sí, siendo realistas, con maquillaje muy cargado no siempre basta; en mi caso la uso sobre todo por las mañanas o en días de maquillaje ligero. Como punto fuerte, cunde muchísimo y se convierte en uno de esos productos que repites una y otra vez porque sabes que nunca falla.
DHC Deep Cleansing Oil

Este aceite japonés es un auténtico favorito de quienes buscan un desmaquillante que limpie y nutra al mismo tiempo. La primera vez que lo usé me sorprendió la textura, un poco más densa que otros aceites. Pero al masajearlo sobre la piel se nota cálido y envolvente, y cuando lo emulsionas con agua se transforma en una leche ligera que se aclara fácilmente.
Lo que más me gusta es cómo deja la piel después: nada de tirantez, sino una sensación de piel jugosa, gracias al aceite de oliva virgen extra y la vitamina E que contiene. Tiene un aroma muy suave a romero que personalmente me resulta agradable, aunque sé que no a todo el mundo le gusta. El único “pero” es su precio, algo más alto que el de un agua micelar, pero a cambio tienes un producto que elimina hasta el maquillaje más difícil y que, además, trata la sequedad.
2.Tónicos para Piel Seca
Thayers Tónico Bruma Facial de Hamamelis

Este tónico es de esos productos que usas y piensas: “qué frescor tan agradable”. La fórmula es sin alcohol, así que no reseca nada, y combina hamamelis, que equilibra la piel, con aloe vera, que calma y aporta hidratación extra. A mí me gusta especialmente en los días fríos de invierno, cuando noto la piel tirante y necesito algo que alivie al instante.
Lo uso en spray directamente sobre el rostro y la sensación es como un soplo de aire fresco. Tiene un aroma a rosas bastante intenso, que personalmente me encanta porque me da la impresión de estar en un ritual más cuidado, aunque reconozco que si no te gustan los olores florales puede parecerte demasiado. Es un producto que me gusta tener siempre a mano para usarlo a mitad del día, cuando la piel necesita un empujón de hidratación.
HERITAGE STORE Rosewater – Tónico facial

El agua de rosas de Heritage Store es aún más sencilla y minimalista. Básicamente, es agua de rosas pura en formato spray, sin alcohol y con un aroma muy característico. Para mí, es perfecta cuando quiero darle a la piel un toque rápido de frescura o después de un día de sol, porque calma al instante.
Lo que más me gusta es su versatilidad: la he usado como tónico después de la limpieza, como bruma refrescante a lo largo del día e incluso para dar un poco de vida al maquillaje cuando noto que la piel se ve apagada. Es verdad que el olor floral es bastante marcado, así que si eres de las que prefieren productos sin fragancia quizá no sea tu favorito. Pero en mi caso me resulta tan agradable que siempre lo tengo a la vista en mi tocador, como un básico de uso diario.
Sérums hidratantes
La Roche-Posay Hyalu B5 Sérum

+
Este sérum es como un vaso de agua para la piel. Contiene ácido hialurónico (en dos tipos de moléculas, para hidratar en superficie y en profundidad) y vitamina B5, que calma y ayuda a reparar. Yo lo empecé a usar cuando notaba la piel muy apagada, con esas líneas de expresión más marcadas en invierno, y me sorprendió lo rápido que se nota la piel más rellena y jugosa.
La textura es ligera, se absorbe enseguida y no deja sensación grasa, así que lo puedes aplicar por la mañana sin problema antes del maquillaje. Me gusta porque da ese efecto de “piel descansada” incluso en días en los que has dormido poco. Para mí, es de esos sérums que siempre recomiendo como primer paso de hidratación seria cuando alguien me dice que su piel está seca o deshidratada.
Neutrogena Hydro Boost Supercharged Serum

Si buscas un sérum con un efecto de hidratación inmediata, este es ideal. Su fórmula lleva ácido hialurónico, trehalosa y vitamina E, y la textura es casi acuosa, muy fresca, como si de verdad la piel “bebiera agua” al aplicarlo. Yo lo uso en verano porque me encanta esa sensación ligera y refrescante, y porque no deja rastro pegajoso.
Lo curioso es que viene con unas pequeñas cápsulas azules que se disuelven al aplicarlo, liberando los ingredientes. No es solo marketing: realmente notas la piel más elástica y suave al instante. En mi caso, lo combino con una crema más nutritiva por la noche, porque por sí solo se me queda corto en invierno, pero en climas cálidos es una maravilla.
Vichy Liftactiv Sérum Antiarrugas

Este es mi opción cuando quiero algo más que hidratación. Lleva ácido hialurónico y ramnosa, un activo que ayuda a mejorar la firmeza y la textura de la piel. La textura es fluida, no grasa, y se absorbe rápido.
Lo empecé a usar en una época en la que me preocupaba ver más marcadas las líneas de expresión, y lo que noté fue que la piel no solo estaba más hidratada, sino también con un aspecto más liso y luminoso. Si tienes piel seca y además te interesa la prevención de arrugas, es un buen aliado. Yo suelo aplicarlo por la noche, porque me gusta levantarme con esa sensación de piel renovada.
SkinCeuticals H.A. Intensifier

Aquí entramos en la gama más alta. Este sérum es una auténtica bomba de hidratación. Además de ácido hialurónico, tiene extracto de regaliz y de morera, que ayudan a suavizar manchas y calmar la piel.
La primera vez que lo probé me llamó la atención lo denso que es en comparación con otros sérums, pero se extiende muy bien y deja la piel rellena y cómoda todo el día. Es verdad que el precio es elevado, pero cuando tienes la piel seca y quieres un producto que de verdad marque la diferencia, este merece la pena. Yo lo reservo para etapas en las que mi piel está especialmente castigada, por ejemplo en pleno invierno.
Clarins Plant Gold – Emulsión Facial

Este sérum es diferente porque combina la textura de un aceite con la de una emulsión ligera. Lleva aceites vegetales como el de jojoba y avellana, y extracto de mirra, que calma y nutre. La experiencia al aplicarlo es casi sensorial: huele bien, se siente sedoso y convierte la rutina en un momento de autocuidado de lujo.
Lo usé durante una temporada en la que tenía la piel especialmente sensible y seca, y fue como un “mimo extra” en la rutina. Es cierto que es más denso que otros sérums, por lo que lo recomiendo más de noche, pero al día siguiente la piel amanece suave y luminosa. No es el más barato, pero si quieres darte un capricho y disfrutar de la rutina, este producto lo vale.
Cremas Nutritivas para Piel Seca
CeraVe Moisturizing Cream

Esta crema es un auténtico comodín porque hidrata y a la vez protege del sol. Contiene ceramidas y ácido hialurónico, así que ayuda a restaurar la barrera cutánea mientras previene la sequedad. Lo que más me gusta es que es muy práctica: en un solo producto tienes hidratación + protector solar, y eso en la rutina de mañana ahorra tiempo.
La textura es rica y cremosa, pensada para pieles que necesitan mucha nutrición, pero al mismo tiempo no deja sensación grasa ni pesada. Yo la descubrí un verano buscando algo que me evitara usar dos productos (hidratante y SPF por separado) y desde entonces me parece perfecta para el día a día. Además, es sin fragancia, así que si tienes la piel sensible no hay riesgo de irritación.
Neutrogena Hydro Boost Crema Gel

Una de mis favoritas cuando quiero algo más ligero pero igual de eficaz. Tiene ácido hialurónico y se siente como si la piel bebiera agua al instante. Lo que me encanta es su textura en gel acuoso: se absorbe en segundos, no deja brillos y es perfecta incluso debajo del maquillaje.
En invierno suelo combinarla con un sérum más potente, pero en verano o en climas húmedos me basta solo con esta crema. Es de esos productos que compras una vez y repites porque cumple lo que promete: mantiene la piel suave, fresca y luminosa durante todo el día. Y, sinceramente, para el precio que tiene, es una de las mejores opciones.
Clinique Moisture Surge Intense 72H

Si lo que necesitas es un chute de hidratación duradero, esta crema es para ti. Está formulada con ceramidas y ácido hialurónico, y promete hasta 72 horas de hidratación. Lo cierto es que no sé si llega a tanto, pero sí puedo decir que incluso al día siguiente noto la piel todavía elástica y cómoda.
La textura es más cremosa que la versión clásica de Moisture Surge, pero se absorbe rápido y deja una sensación aterciopelada muy agradable. Lo que más me gusta es usarla como crema de noche: al despertar, la piel se siente más calmada y lista para empezar el día. El único “pero” es el precio, que es un poco más alto que otras opciones, pero la calidad se nota.
Errores comunes al cuidar la piel seca
1. Usar limpiadores demasiado agresivos
Este es un error clásico. A veces pensamos que cuanto más “limpiadora” sea una espuma o un gel, mejor, y la realidad es que muchos de esos productos arrastran todo: impurezas, sí… pero también los aceites naturales que protegen la piel. El resultado es esa sensación de tirantez que te hace correr a por la crema.
👉 Lo ideal: buscar limpiadores suaves y sin sulfatos, que limpien sin dejar la piel como “papel de lija”.
2. Duchas largas y con agua muy caliente
Sé que cuesta renunciar a esa ducha calentita en invierno (yo la disfruto tanto como cualquiera 😅), pero el agua muy caliente elimina la barrera protectora de la piel. Después de varios días, notas cómo la piel se reseca más y aparecen incluso pequeñas grietas.
👉 Truco personal: acortar un poco el tiempo bajo el agua caliente y aplicar crema hidratante justo al salir, con la piel todavía un poco húmeda, para sellar la hidratación.
3. Olvidarse del protector solar
La piel seca ya de por sí es más vulnerable al sol, y muchas veces pensamos que el SPF es solo para verano o playa. Error. Incluso en invierno, los rayos UV siguen afectando, y si tienes la piel seca, el daño puede ser mayor.
👉 Consejo: usar un protector solar hidratante a diario. Hoy en día hay fórmulas ligeras que no dejan esa sensación pesada de “crema solar de playa”.
4. Hidratar solo una vez al día
Otro fallo muy común. Con piel seca, no basta con aplicar crema solo por la mañana. Durante el día la piel pierde humedad, y por la noche necesita recuperar lo que ha perdido.
👉 Lo mejor: una rutina de mañana y otra de noche, con productos adaptados a cada momento. Y si en invierno notas tirantez a media tarde, llevar una pequeña bruma o crema de bolsillo puede salvarte.
Consejos extra para mimar la piel seca
- Hidrátate desde dentro: no es un mito, el agua que bebes se nota en tu piel. Yo noto muchísimo la diferencia en días en los que apenas tomo agua: mi piel está más apagada y tirante.
- Usa humidificador en casa: especialmente útil en invierno, cuando la calefacción seca el aire. Poner un humidificador por la noche en la habitación puede cambiar totalmente cómo amanece tu piel.
- Elige ingredientes “imán de agua”: busca en las etiquetas palabras como ácido hialurónico, glicerina o ceramidas. Son los que realmente ayudan a retener la humedad.
- No te olvides de manos y labios: muchas veces centramos toda la atención en el rostro, pero las manos y los labios suelen ser los primeros en agrietarse. Un buen bálsamo y una crema de manos nutritiva son imprescindibles.
Cuidar la piel seca no es tan complicado como parece. Con los productos adecuados y un poco de constancia, notarás la diferencia: menos tirantez, menos descamación y una piel mucho más suave e hidratada.
Los productos que he mencionado son los que yo misma he probado y que siempre vuelvo a tener en casa, porque sé que funcionan.
Nota: Este artículo contiene enlaces de afiliado. Recibimos una mini comisión que no supone ningún coste extra para ti y que nos ayuda a cubrir los gastos de la web. Todas las recomendaciones son sinceras y no recibimos productos gratuitos ni pagos de marcas.
Deja una respuesta